
Creado en el año 1927 por don Orlando Castellano, dueño de la confitería “Las Familias”, en Paysandú, el chajá es un postre se ha hecho famoso en todo el país y ha trascendido a varias generaciones de uruguayos. En su ciudad de creación, este postre fue declarado como un Bien de Interés Patrimonial.
Consiste en una combinación de merengue con bizcochuelo, crema doble y durazno o frutilla. Algunas de sus variantes pueden incluir dulce de leche o chocolate. Nadie sabe con exactitud las proporciones de los ingredientes ni el método de preparación. Aunque se ha intentado imitarlo infinidad de veces, nunca se ha logrado el mismo resultado que el original. De todas maneras, hay muchísimas panaderías, confiterías y restaurantes que ofrecen postres muy similares y también algunos osados que se animan a intentar reproducirlo de forma casera.
La fórmula secreta de este famoso postre solo la sabe la familia del creador, que la mantiene oculta para que no la conozcan de principio a fin ni los propios trabajadores de la fábrica. El postre tiene una gran fama dentro y fuera del país, ya que también se exporta a una numerosa cantidad de naciones extranjeras -Argentina, Brasil y Paraguay, entre otras-.
Su nombre se lo debe al pájaro chajá, que habita en América del Sur, siendo Uruguay uno de los países donde más ejemplares existen. Según dicen, Orlando al ver esta ave la comparó con su postre por lo abundante y aireado de su plumaje y lo liviano de su cuerpo.