Muchos postres y elementos gastronómicos son el resultado de epifanías, y en el caso del Chajá, no sería la excepción. Siendo el fruto del deseo de dejar una marca en Uruguay, que escalaría hasta volverse una huella internacional imborrable.
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El Chajá y cómo los sueños se hacen realidad
El Chajá y cómo los sueños se hacen realidad

Historia

En la historia del Chajá, el protagonista no es nada más y nada menos que Orlando Castellano, un señor que hace muchísimos años decidió intentar crear una marca; algo que dejara su huella en el país.

Y motivado por esto, realizó varios experimentos mezclando ingredientes para llegar a un sabor único. Hasta que una tarde, ―específicamente un 27 de abril de 1927―, en medio de una de sus tantas pruebas, se le ocurrió mezclar algunas frutas con una especie de merengue.

Obteniendo un dulce con un sabor explosivo y azucarado: Justo lo que buscaba. Siendo así como notó que tenía la base; pero como deseaba algo más sólido, preparó una clase de bizcochuelo al cual le agregó el merengue con frutas.

Originando con ello el primer Chajá, postre que sería la cara de su empresa, la confitería «Las Familias». Y de un momento a otro, ya todo el país hablaba de su postre ¡Increíble! Pues para él había sido un sueño materializado; una dulce realidad en la que tiempo después, ejecutaba ventas a nivel internacional y su postre contaba con un puesto entre los dulces de la gastronomía uruguaya.

¿Sabías que...?

El chajá es un postre típico de Uruguay, el cual es la mezcla de un bizcocho junto con merengue y crema, también se le suele agregar durazno o cereza picada. Y en cuanto a su relleno, puede variar al colocarle chocolate o dulce de leche.

Su nombre es inspirado en un ave, el cual habita mayormente en algunas provincias de Argentina.