
Historia de la tarta
A pesar de no contar con una historia confirmada u oficial, la verdad es que existen leyendas que rodean a esta torta. De las cuales, la primera es la más fantaseosa, pero eso no significa que no valga la pena escucharla o leerla.
La misma indica que la pastafrola provino de una sirena de nombre Parténope, que anualmente recorría el Golfo de Posillipo, en el cual recibía ofrendas como trigo, huevos y requesón, ingredientes que les regalaban los napolitanos, y con estos regalos, la sirena les preparaba una tarta cuya receta fue imitada por los napolitanos y expandida.
En cuanto a la segunda teoría, nos invita a trasladarnos a un convento en Nápoles, donde las seguidoras del recinto religioso decidieron crear un dulce innovador, para dárselo como ofrenda al sacerdote.
Ante lo cual prepararon una tarta, y de relleno usaron ingredientes como huevo, leche, ralladura de naranja y mantequilla. Misma a la que bautizaron como «pastiera napoletana» y obtuvo una respuesta tan positiva por parte del sacerdote, que continuó elaborándose hasta que todo Nápoles tendría la receta.
Y según expertos, con las constantes migraciones, lo más seguro es que los italianos trajeran consigo la receta de la pastafrola a países como Uruguay y Argentina, países donde gustó y se afianzó como una tarta típica.
Características y variantes
Escrita como «pastafrola» y «pasta frola», es una tarta típica de Uruguay, Argentina y algunas zonas de Paraguay, cuya forma de elaboración varía en función al lugar donde se realice.
En el caso del país uruguayo, se prepara a base de harina, mantequilla, azúcar, huevos y ralladura de limón o naranja. Teniendo como variante más conocida, a la argentina, con la que se diferencia únicamente en el relleno ―se añade dulce de guayaba, dulce de higo o con su famoso dulce de leche―.