Es el país que más cantidad de yerba mate por persona consume en el mundo -se calcula entre 8 y 10 kilos por persona al año- y, además, se estima que casi el 80% de los uruguayos beben mate a diario. Cualquier persona ajena a esta bebida que viaje a Uruguay lo notará a simple vista y lo podrá comprobar fácilmente: casi no hay persona que vaya por la calle sin su mate y su termo.
El origen del consumo de la yerba mate se remite a la cultura guaraní, quienes cultivaban estas plantas, utilizándolas para preparar sus infusiones. Y aunque la cultura guaraní está más emparentada a Paraguay, allí se quedaron más con el tereré -yerba mate con hierbas medicinales que se bebe fría- y en Uruguay con el mate -se bebe caliente y solo con yerba mate-.
Además de la energía que aporta la mateína, sus propiedades antioxidantes y de los favorables efectos digestivos que produce en el organismo, el mate cumple un rol social muy importante para los rioplatenses. Compartir una “ronda de mate”, donde la infusión va pasando de persona en persona en cada “cebada” genera un acercamiento y es parte del diálogo entre las personas, generando un estrecho vínculo de confianza y sentimiento de amistad.
El consumo de mate en Uruguay no conoce distinción de color, religión, género ni clases sociales, atraviesa por completo a todos los habitantes de la nación y forja un igualamiento ante el encanto que les produce compartir esta vieja y tradicional bebida.