No es extraño que la tradición de bebidas como el Clericó se haya extendido desde el Uruguay y la Argentina, hasta Paraguay y otras regiones del cono sur, del continente americano. Las costumbres tienden a mezclarse y sin embargo, con el pasar de los años sigue siendo muy habitual en una reunión de tarde, en algún patio uruguayo, que se sirva un refrescante Clericó que, además de quitar la sed y ser una explosión de sabor para el paladar, es propicio para amenizar el mitin y alegrarlo un tanto. Compartir un Clericó preparado con equilibrio y un buen vino, tinto o blanco, será apropiado sin que importe la hora.
Ingredientes
½ litro de Agua
7 cucharas de Azúcar blanca refinada
7 Limones
½ Melón
2 Peras
2 Manzanas sin cascara
2 Duraznos en almíbar
½ Botella de vino tinto de mesa
Hielos
Preparación
Paso 1 : En una jarra, se vierte medio litro de agua para preparar la limonada.
Paso 2 : Se agregan 7 cucharadas de azúcar y luego se exprimen los jugos de 7 limones, mezclando bien los ingredientes.
Paso 3 : A continuación, se lava la fruta y se corta en cuadros pequeños, incorporándola a la limonada.
Paso 4 : Se añade la media botella de vino tinto a la mezcla, se revuelve y se agrega hielo para enfriarla.
Paso 5 : Una vez enfriada, se sirve la bebida en copas o vasos, añadiendo una cucharada de fruta en cada uno antes de disfrutarla.