Los manís son muy aclamados en Uruguay, donde incluso inventaron un plato a base del mismo: La Garrapiñada. Tan delicioso como popular, y más antiguo de lo que te imaginarías.
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Garrapiñada: Una nueva manera de comer maní

Historia de la garrapiñada

El origen de este snack puede ser incluso más antiguo de lo que se piensa, según historiadores documentados en el tema, se sabe que en el Antiguo Egipto ya era común preservar las nueces con miel.

Este proceso también era aplicado con las frutas, por lo que con el pasar de los siglos también hay registros de que los árabes en su momento exportaron los dulces con almíbar a países europeos como España.

Aunque este no era su único método de preservación, dado que también llevaron al país español los frutos secos acaramelados. Lo cual da pie a que múltiples historiadores crean en el posible nexo de la garrapiñada con estos procesos antiguos.

Lo que sí es cierto, es que el registro oficial más antiguo de la garrapiñada data de principios de siglo XX. Consistiendo en una receta de la ya bautizada «garrapiñada de maní».

Dicho documento gastronómico histórico pertenece a un libro de recetas estadounidense de una cocinera llamada Emma Paddock Telford; sin embargo hay historiadores que afirman que en el año 1850 ya se podían encontrar ejemplares que eran comercializados, denominados «caramelos de maní».

Datos para curiosos

Este dulce es elaborado a base de maní pelado, junto con azúcar y algún sabor cremoso como vainilla.

Se dice que en Japón se hace una variante de este snack con azúcar de palma.

Si se prepara sin exagerar con la azúcar, el maní puede traer beneficios ya que es rico en nutrientes y minerales como magnesio, potasio, calcio y fósforo, y es rico en vitaminas de tipo B1, B2, B6 y E.